jueves, 5 de marzo de 2009

El robo y la compra de arte fuera de Occidente


Hace unas semanas un coleccionista chino confesó que puede pagar a Christie's el importe de dos bronces chinos subastados hace unas semanas en París, bronces que fueron saqueados en el siglo XIX del palacio de Pekin por soldados europeos. La polèmica está servida, pues hay quien cree que el gobierno chino esta detrás de todo en su lucha por recuperar lo que siempre reclamó.

La historia se repite una vez más. Europa descubre una nueva tierra, la colonializa, se aprovecha de sus recursos , saquea todo lo que puede y luego “que nos quiten lo bailao”. Llámese Ámerica, África u Oriente, da lo mismo. Y si tardamos siglos en entender que no eramos dueños de aquellas tierras, y era eso, tierra, ¿como vamos a hacerlo con el arte? De nuevo el imperialismo nos pasa factura. Ahora hablamos de soldados britànicos y franceses, que fueron quienes saquearon aquel palacio de Pekin en 1860, pero seguro que eso no es nada comparado con el daño que se ha llegado a hacer a culturas como la oriental.

En este caso voy a tomar un posicionamiento algo más radical del que suelo tener. Apoyo totalmente la actitud del coleccionista chino que intentó comprar las piezas, y boicoteara (queriendo o no) la subasta de las mismas. Y es más, apoyaría aún sabiendo de su ilegalidad que el gobierno chino estuviese detrás de toda esta historia, y que hiciese todo lo posible por recuperar algo que les pertenece y que los Europeos no hemos querido darselo. Si no huebise ocurrido así, ahora mismo los dos bronces chinos adornarían cualquier vitrina de cualquier aristócrata, o como mucho formarían parte de alguna exposición temporal.

La solución ideal sería que se devolviesen esas piezas a su lugar original, pero eso es imposible, así que como bien se desprende de la noticia, el gobierno chino debería negociar y hacer un esfuerzo económico para adquirilas.

Una cosa está clara: las leyes internacionales las hacen los occidentales, y como tontos no somos, esas leyes (nunca retroactivas) no nos harán rectificar jamás de los jamases. El Ministerio de Interior de China y la UNESCO no se ponen de acuerdo en relación a si existe alguna ley que haga referencia a un caso como este. Por supuesto yo también lo desconozco, pero hay ocasiones en las que el sentido común y la objetividad (escribe un occidental) es suficiente. Cae por su propio peso.

Por eso, y relacionando este post con el anterior, me parece razonable que un estado compre arte, siempre que sea, o bien para incentivar la cultura en la sociedad y se asegure su exposición gratuita, o bien porque moralmente esa obra pertenezca a ese estado y por alguna razón en el pasado haya sido robada o llevada fuera del país. No hay que olvidar que si el estado compra, compramos nosotros, y una parte de nuestros impuestos va destinado a eso. Por lo tanto repito deberíamos exigir el acceso gratuito, cosa que no siempre sucede en la actualidad.

Algunas adquisiciones del Estado:

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